La conocí por casualidad, su nombre me cautivó y sus poemas dejan restos de melancolía que no se quita facil. Su familia emigrò desde suiza a argentina donde lograron establecerse luego de algunos fracasos econòmicos. Alfonsina nacio el 29 de Mayo de 1892 en suiza y fue la tercera de los hijos Storni. A los 10 años ya atendía el café de sus padres en Rosario. Fue allí donde experimento su acercamiento al arte a través del teatro y la lectura. En 1911 se traslada a Buenos Aires, al año siguiente nace su hijo Alejandro, sin padre conocido. Eso la define como mujer que se enfrenta radicalmente a la sociedad. La inquietud del rosal se publica, a pesar de las penurias económicas, en 1916. Trabaja como cajera en una tienda y en la revista Caras y Caretas. Se relaciona con José Enrique Rodó, Amado Nervo, José Ingenieros y Manuel Ugarte. Con estos dos últimos su amistad es más profunda. Su situación económica mejora. Hace frecuentes viajes a Montevideo, donde conoce a la poeta uruguaya Juana de Ibarbourou y al que será su gran amigo, el escritor también uruguayo Horacio Quiroga.
El 20 de mayo de 1935 Alfonsina fue operada de un cáncer de mama. La mastectomía le deja grandes cicatrices físicas y emocionales. Siempre había sufrido de depresión, paranoia y ataques de nervios, pero ahora los síntomas de enfermedad mental se recrudecen. Se vuelve recluída y evita a sus amistades.
Finamente hacia la una de la madrugada del martes veinticinco Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió al mar. Esa mañana, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa. Aunque los biógrafos aseguran que saltó al agua desde una escollera, la leyenda es que se internó lentamente en el mar.
Este es un fragmento de su carta de despedida:
Dientes de flores, confía de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme puestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Pónme una lámpara a la cabecera, una constelación, la que te guste, todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes, te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que te olvides. Gracias... Ah, un encargo, si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido..."
Su historia vive a través de esta canción...
ALFONSINA Y EL MAR
Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más
Un sendero sólo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda
Un sendero sólo de penas mudas
llegó hasta la espuma
Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos calló tu voz
Para recostarte arrullada
en el canto de las caracolas marinas
La canción que canta en el fondo
oscuro del mar la caracola
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
dormida, Alfonsina, vestida de mar
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado
Y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado
Bájame la lámpara un poco más
déjame que duerma, nodriza, en paz
Y si llama él, no le digas que estoy
dile que Alfonsina no vuelve
y si llama él, no le digas nunca que estoy
Di que me he ido
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
dormida, Alfonsina, vestida de mar
miércoles, 4 de febrero de 2009
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